Especializados en la gestión de conflictos, realizamos la actividad dentro del respeto de los principios básicos de la disciplina:
Confidencialidad.
Imparcialidad.
Neutralidad.
¿POR QUÉ LA MEDIACIÓN FAMILIAR?
Porque la decisión de separarse o divorciarse supone discernimiento y acuerdos.
Porque la separación y el divorcio, además de ser un proceso legal, es un proceso emocional, intenso, a veces doloroso, con repercusiones múltiples y diversas en los hijos, en los miembros del matrimonio/ pareja, en la familia extensa, y en la propia sociedad.
Porque Cuando los conflictos no se resuelven, nuestros hijos se quedan con lo peor de nuestras discusiones.
Habilita y legitima a las personas en conflicto para la negociación y el acuerdo.
Redefine las relaciones familiares y las sitúa fuera del conflicto conyugal.
Salvaguarda la corresponsabilidad de los padres en la toma de decisiones sobre los hijos y el ejercicio de sus funciones.
Evita que una tercera persona tome decisiones sobre el futuro de los hijos en lugar de los padres.
Previene posibles respuestas negativas posteriores a la ruptura de la pareja, tanto en los hijos como en los padres.
Disminuye el coste económico y emocional.
El mediador es el eslabón necesario para que los mediados consigan la solución de su conflicto, llegando en cada caso al acuerdo que les satisfaga.